Edad para apostar en Egipto

El juego en Egipto puede parecer un espejismo del desierto, legal aquí, prohibido allá, vigilado como un halcón en todas partes. Si está planeando un viaje o ya se ha metido de lleno en una noche cairota y se pregunta si puede tirar los dados (legalmente), le interesará conocer todos los detalles. Las leyes egipcias sobre el juego son estrictas, sus normas extrañamente específicas y, sí, su pasaporte importa más de lo que cree. Vayamos por partes.

Hay que tener 18 años para jugar en Egipto

He aquí el primer punto de control: la edad mínima para jugar en Egipto es de 18 años. Sobre el papel tiene sentido, pero no se apresure a buscar una mesa de blackjack. Técnicamente, los ciudadanos locales no pueden jugar en el país, aunque tengan más de 18 años.

Se trata de una de esas peculiaridades legales en las que la edad se aplica a los extranjeros, sobre todo porque las instalaciones de juego en Egipto, en su mayoría casinos, están orientadas exclusivamente a los turistas. Así que, a menos que venga con un pasaporte extranjero, ni siquiera cumplir el requisito de la edad le permitirá entrar.

¿es legal el juego en línea en Egipto?

Aquí es donde las cosas se ponen turbias, rápido. Las apuestas en línea no son explícitamente legales en Egipto, y tampoco son exactamente legales. El gobierno egipcio bloquea sistemáticamente el acceso a las principales plataformas de apuestas y casinos en línea, sobre todo a las que no tienen licencia en el país (que son prácticamente todas, ya que Egipto no autoriza el juego en línea en absoluto).

Aun así, mucha gente se salta estas prohibiciones utilizando VPN para acceder a sitios extranjeros. Es un juego digital del gato y el ratón, y aunque la aplicación de la ley es errática, no es inexistente. Si está en Egipto y apuesta en línea, técnicamente está eludiendo la ley.

Leyes y reglamentos del juego en Egipto

Hablemos de burocracia. Las principales leyes sobre el juego en Egipto se remontan a la Ley nº 1 de 1971 y al Código Penal nº 58 de 1937, que prohíben rotundamente el juego a los ciudadanos egipcios. Pero los casinos tienen una laguna legal: si sólo se permite la entrada a los no egipcios, pueden operar legalmente con la supervisión del gobierno.

Por eso, todos los casinos legales de Egipto controlan el pasaporte en la puerta. Y no espere que una acogedora tienda de barrio ofrezca noches de póquer, pues también están prohibidos los juegos que no sean de casino, incluidas las loterías locales o las apuestas deportivas. Esto no es Las Vegas, y la tolerancia del Gobierno es mínima.

Consecuencias del juego de menores en Egipto

Si incumple las normas, no sólo se enfrentará a un dedo que le menee. El juego ilegal o de menores en Egipto puede acarrear multas, cargos penales y, si eres extranjero, la posible deportación. Los ciudadanos egipcios a los que se sorprenda apostando (independientemente de su edad) pueden incluso enfrentarse a penas de cárcel. Y si piensa que nadie le vigila en un casino tranquilo o detrás de una pantalla, piénselo otra vez. La seguridad es estricta, la vigilancia, real, y el acceso a Internet deja huellas digitales difíciles de borrar.

Jugar con responsabilidad en Egipto

Aunque juegue dentro de las reglas y en el lado correcto de la ley, hay que tener cuidado con otra bestia: la adicción al juego. Aparece sigilosamente, primero con unas pocas victorias, luego con unas pocas apuestas más grandes, y de repente estás persiguiendo pérdidas como si te debieran algo. Egipto cuenta con servicios de apoyo, como los programas de divulgación del Hospital Al Mashfa, un importante centro de salud mental de El Cairo que trata las adicciones al comportamiento, incluida la ludopatía.

Puedes ponerte en contacto directamente con ellos en el +20 2 2524 0865 o consultar sus programas en almashfa-hospital.com. Si algo te parece raro, probablemente lo sea. Conoce tus límites. Fíjese un presupuesto y redúzcalo a la mitad. Y si vuelve a echar mano del cajero automático, quizá sea el momento de alejarse. El sol del desierto seguirá ahí mañana… y tu cartera también.

Así son las cosas. Puede que Egipto se rija por unas reglas únicas, pero si conoces bien la ley y eres perspicaz con tus hábitos, podrás disfrutar del viaje sin quemarte.

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